Luego de la lluvia, si es de dia y las nubes ya se fueron, aparece el arcoiris. Basta levantar la mirada para verlo, de punta a punta del pueblo, rozando apenas las puntas de los alamos en el rio y las viejas, ya corroidas bardas de adobe. Todos quieren mirar, porque es magico. Es el efecto arcoiris, que parece que hace sonreir al corazon y calienta el alma como las cobijas de cuadritos de tela de colores cosidas por nuestras abuelas.
Si es de noche y es verano, el rio se llena de trayectorias de luz. Docenas, cientos de luciernagas revolotean aqui y alla sobre el rio, en los arbustos, en los sauces a lo lejos, sobre los troncos viejos y en los matorrales mas alla de la vista. Danzan y se contonean creando caprichosos riachuelos de luz que inundan los ojos y aclaran el alma. Es el efecto luciernaga. Luego de la lluvia. Sobre el rio. Todo el mundo deberia verlo al menos una vez.
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