El desierto es bellísimo. Los días son azules. Las noches son claros de luna, o capullos cuajados de estrellas, a cuyo recuerdo acudo cada vez que, como hoy, se me hace un nudo en la garganta.
Dos lágrimas resbalan, y nada parece consolar mi corazón.
2 comentarios:
Me gusta mucho el poema. Y las fotos en las otras entradas.
Pues. No es un poema. Pero bueno.
Las fotos son lindas. Sí. El lugar es lindo.
:)
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