Qué casualidad...
Según me cuenta mi abuela, era muy común en Huásabas prestarse el vestido de novia. Resulta que mi abuela paterna, después de usar el vestido, lo vendió a otra novia y así fue dando vueltas hasta que llegó a las manos de mi abuela materna. Osea, que mis dos abuelas se casaron con el mismo vestido. Y quien sabe que tantas vueltas más daría. ¿Quién se quedaría con él?
leia_y2k@yahoo.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario